Mi compañera de piso, cachonda, y yo convencimos a un fontanero para que entrara en la habitación y le chupábamos la polla a la vez. Chuparle la polla nos hacía querer más, así que nos turnábamos para montarla. Mientras lo hacíamos, nos lamíamos el coño. Luego nos inmovilizó contra la cama y nos lamíamos el coño por turnos.
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