El cuerpo desnudo de mi hermanastra me hizo golpear su coño afeitado

Entré en el dormitorio de mi hermanastra para pedir prestado un bolígrafo. Para mi sorpresa, mi hermanastra yacía desnuda en su cama. Mirar el cuerpo desnudo de mi hermanastra me puso cachondo, así que comencé a tocar el coño de mi hermanastra. Tocar el coño de mi hermanastra me puso más cachonda, así que terminé follándome su coño afeitado con mi polla.